Volar sobre las olas, bañarse en una playa perdida, soñar mecido por la suavidad del mar. Diversión y relax garantizados en un barco que incorpora además un habitáculo al que se accede mediante una puerta corredera situada en la consola de mando. Su amplia bañera permite instalar dos asientos de pilotaje así como otro en la parte posterior. Le sorprenderá la facilidad para desplazare por cubierta y a ceder a la proa, donde los asientos y la mesa se convierten en un espacioso solarium.